01 Mar 2021 Las energías limpias cada vez más presentes en la industria minera en México
La industria minera y metalúrgica requiere de grandes cantidades de electricidad para realizar sus procesos. Actividades como la extracción, molienda y procesamiento de minerales consumen mucha energía. En 2019 el consumo energético de las empresas afiliadas a la Cámara Minera de México (CAMIMEX), fue de 9,807,633,762 Kilowatts hora. Las fuentes de donde proviene esta energía son diversas y entre ellas están algunas como la generada por el viento.
Actualmente la mayor parte de la energía que se usa en la industria minera mexicana proviene de combustibles fósiles pero ya se trabaja para cambiar esta situación. De acuerdo al Informe de Sustentabilidad 2020 de la CAMIMEX el 14% de la energía eléctrica que consume el sector minero proviene de fuentes limpias. 32% se compra a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de la cual una parte es producida por combustibles fósiles. También se genera electricidad propia a partir de combustibles fósiles que representa el 54% del consumo total. Aún queda mucho por hacer, pero se avanza en ello.
Las fuentes que producen energía eléctrica para el sector minero son diversas. Entre ellas se encuentran: gas natural, combustóleo, coque metalúrgico, coque de petróleo, gasolina y gas LP. Justo a estos combustibles, ya se utiliza energía eólica, solar y cogenerada. 23 unidades mineras producen y consumen esta energía limpia que equivale a 959.45 Gigawatts hora.
Medir el aporte de estos cambios en la forma de generar y consumir energía requiere de distintos puntos de referencia. Una forma de reconocer el impacto ambiental es a partir del CO2e o CO2 equivalente. Esta medida se refiere al impacto que tienen los gases de efecto invernadero en comparación con el dióxido de carbono (CO2); un ejemplo de esto es el metano (CH4) que tiene un impacto 25 veces mayor al dióxido de carbono por la misma cantidad de gas consumido.
En 2019 las empresas afiliadas a la CAMIMEX emitieron 7.5 millones de toneladas de CO2e. También se considera un índice de ecoeficiencia en emisiones de CO2. En 2019 se alcanzó un índice de 0.18 tCO2e/t. Para alcanzarlo se ha recurrido a métodos como el uso de sistemas de supresión (aspersores y/o agentes químicos de supresión), riesgo de caminos, operación constante de equipos de control de emisiones (colectores de polvo y lavado de gases), límite de velocidad, así como reforestación y confinamiento de áreas de proceso que generan emisiones de polvo.
El camino para alcanzar una industria minera con un consumo energético menos nocivo para el planeta será largo. Ya se está avanzando en este sentido. Un ejemplo de esto es Industria Peñoles que actualmente funciona con un 15% de energía limpia. Para 2024 se tiene la meta de elevar esta cifra a 60% y para 2028 alcanzar el 100%. Otro ejemplo es Grupo México que actualmente funciona con 18.6% de energías limpias y para 2022 planea alcanzar la cifra de 25%. En los próximos años veremos cómo va creciendo el número de ejemplos en la industria minera mexicana de consumo de energías limpias.