02 Ago 2021 Siderita, un mineral que preservó un fósil de 310 millones de años
Si bien es cierto que se conservan fósiles de distintas épocas en nuestro planeta, no todos se mantienen en el mismo estado. Muchos de los tejidos se han perdido con el paso del tiempo. Un estudio recientemente publicado por la revista científica Geology describe a un cangrejo herradura de hace 310 millones de años que conserva su sistema nervioso central. La clave fue un mineral.
La siderita, también conocida como siderosa, es un compuesto de carbonato ferroso. Se compone de hierro, carbono y oxígeno. Aparece mineral accesorio en algunas lutitas, y rocas de carbonatos, también en algunos minerales de barita y hematita. Es soluble en ácidos y se descompone en lodos alcalinos (principalmente con temperaturas altas).
Los sistemas nerviosos centrales son de gran importancia para comprender el comportamiento de las especies extintas de animales. Uno de los grandes problemas para su estudio es que se descomponen rápidamente. La forma más común de encontrarlos en fósiles es cuando estos fueron cubiertos de ámbar.
El estudio de fósiles en ámbar ha permitido que se estudie con detalle organismos como insectos. Sin embargo, existe un límite temporal. Este material conserva fósiles a partir del periodo triásico (que comenzó hace 251 millones de años), cuando los dinosaurios comenzaron a dominar nuestro planeta. Antes de eso se conocen pocos que conserven materiales blandos como fragmentos del sistema nervioso.
Russell D.C. Bicknell, quien aparece como primer firmante del artículo y pertenece a la Universidad de Nueva Inglaterra, menciona que es poco lo que se sabe sobre cerebros de artrópodos prehistóricos. Entre los recursos para estudiarlos menciona al ámbar y depósitos como los del yacimiento de Burgess en Columbia Británica. Este tipo de fósiles son lo que se conoce como esquisto, un tipo de roca metamórfica de grado medio que se forman a partir de capas.
La especie que estudió Bicknell y sus colaboradores es un cangrejo herradura: Euproops danae. Su origen es el depósito Mazon Creek, en Illinois, Estados Unidos. Los fósiles en este depósito se conservan en cuerpos formados por siderita. Este mineral cubrió sus cuerpos antes que sus tejidos blandos se descompusieran.
“En nuestro fósil, el cerebro de Euproops está replicado por un mineral de arcilla de color blanco llamado caolinita. Este molde mineral se habría formado más tarde dentro del vacío dejado por el cerebro, mucho después de que se hubiera descompuesto. Sin este llamativo mineral blanco, nunca podríamos haber visto el cerebro”, explica John R. Paterson, quien participó en el estudio y pertenece al Centro de Investigación de Paleociencia de la Escuela de Medio Ambiente y Ciencia Rural de la Universidad de Nueva Inglaterra, en Australia.
Visualmente la siderita es parecida a la calcita. Se le distingue porque al calentarse presenta un ligero magnetismo. Además, ahora sabemos que gracias a este mineral y su rápida acción sobre los restos del cangrejo herradura hace 310 millones de años fue posible conservar sus sistema nervioso central. Ahora sabemos, gracias a la investigación de Bicknell y sus colaboradores, que los cerebros de este tipo de cangrejos ha cambiado poco durante sus historia evolutiva.
La siderita es útil en diferentes industrias actualmente. Con ella se puede eliminar impurezas en agua con arsénico y fluoruro. También se usa para fabricar pesticidas y abonos. Con ella se fabrican baterías de litio para celulares y computadoras. También se recurre a ella como adorno en joyería. A esa lista podemos agregar su utilidad a la paleontología.