17 Nov 2021 Luz Antúnez, primera mujer en Latinoamérica en controlar gigante barrenador al interior de una mina
Luz Yaneli Antúnez García, tiene 24 años y es la primera mujer en México en operar una perforadora de subsuelo tipo “Simba”. Tiene en su poder una maquinaria que casi le triplica la altura y que pesa más de 12 toneladas.
Luz trabaja en la mina subterránea Capela de Industrias Peñoles, en el municipio de Teloloapan, Guerrero, a casi 400 metros de profundidad. Entre la humedad del interior de la tierra y el sonido vibrante de la perforadora, ella tiene una gran responsabilidad, que es hacer las perforaciones con precisión matemática, para que posteriormente, otro equipo se encargue de “arrancar” de la tierra enormes rocas que pueden contener minerales como zinc, plomo, cobre, oro o plata.
En este municipio de casi 18 mil habitantes, en donde todavía prevalece el machismo, en la mayoría de sus 192 poblaciones, y que se rige por usos y costumbres comunitarias, Luz Yaneli Antúnez García brilla por sus capacidades.
Antes de trabajar en la mina, Luz realizaba llamadas telefónicas en negocios de Teloloapan, “allí tenía que ir bien vestidita y maquilladita. Aquí puedo vestir como quiera”, dice al tiempo de comentar que se siente orgullosa de formar parte de una empresa que valora su trabajo y en donde prevalece un ambiente laboral armonioso.
En la mina Capela de Industrias Peñoles, Luz, o Lucesita como muchos de sus compañeros le dicen de cariño, destaca por su entrega en el trabajo, pero sobre todo por manejar eficientemente el “Simba” que en el mercado tiene un costo cercano a millón y medio de dólares.
Sus jefes de área la conocen como la mejor y única “simbadora” del país, con mucha capacidad para manejarla adecuadamente.
En su familia, sus hermanos están inconformes por el trabajo que desempeña “No quieren que trabaje en la minera porque dicen que esto es únicamente para los hombres y que mis compañeros me van a faltar al respeto”.
Dice estar satisfecha y feliz de permanecer en la mina porque le dan buen trato y “principalmente porque hago lo que realmente deseo. No me gustaba estar haciendo o recibiendo llamadas. Esto es lo mío y no voy a dejarlo” dice con orgullo.
La “simbadora” de Capela dice que este es apenas el principio de un mejor futuro para ella y su familia. Mientras tanto, con la experiencia adquirida, se ha convertido en instructora del nuevo personal que llega a esta industria, que cuenta con el 18% de personal femenino de los casi 200 trabajadores que tiene.
Luz Yanely aspira a que más mujeres se atrevan a ingresar en otras actividades que, se supone, no son propias para las mujeres.
Y es que hace algunos años no podía verse al interior de las minas a las mujeres trabajar y menos en las tareas de barrenación o perforación, que es la actividad de Luz.
A casi un año de la llegada a Teloloapan de la Minera Capela de Industrias Peñoles, en Luz surgió la inquietud de participar en una de las convocatorias que frecuentemente efectúa la minera. Hubo una oportunidad para controlar el “Simba”, taladro perforador, de más de dos metros de altura, y lo logró.