Minerales que emiten energía: una mirada a los minerales radiactivos en la Tierra

El uranio es un componente fundamental para la producción del combustible nuclear empleado en reactores nucleares de todo el mundo. (Imagen: A. Vargas/OIEA)

Minerales que emiten energía: una mirada a los minerales radiactivos en la Tierra

El 16 de julio de 1945 marcó el inicio de la era nuclear. Ese día, en el desierto de Nuevo México, tuvo lugar la prueba Trinity, el primer ensayo de una bomba atómica. Detrás de ese evento histórico había algo profundamente geológico: minerales radiactivos, fragmentos del subsuelo que contienen una energía inmensa, invisible… y natural.


Puede sorprender, pero vivimos rodeados de radiactividad natural
. Está en algunas rocas, en el aire (como el gas radón), en el agua subterránea, e incluso en nuestro propio cuerpo, donde el potasio‑40 emite radiación de manera continua. La radiactividad no es solo cosa de laboratorios o reactores: es parte del planeta que habitamos. Aprender a identificar, medir y manejar esta energía natural es clave para la salud pública, la ciencia y, por supuesto, para una minería moderna y responsable.

Hoy, a casi 80 años del inicio de la era atómica, esta efeméride es una oportunidad para mirar no la bomba, sino la materia prima que la hizo posible: minerales como el uranio, el torio o el radio, que existen de forma natural en la Tierra, y cuya historia va mucho más allá del ámbito militar.


¿Qué son los minerales radiactivos?

Los minerales radiactivos contienen elementos químicos que se desintegran espontáneamente, liberando radiación ionizante. Esta radiación puede ser aprovechada para generar energía, curar enfermedades o investigar el pasado del planeta… pero también representa riesgos si no se maneja correctamente.

Algunos de los más conocidos son:

  • Uraninita (pechblenda): principal mena de uranio. Fue el mineral que estudió Marie Curie para descubrir el polonio y el radio.

  • Torbernita y autunita: minerales secundarios de uranio, conocidos por su color verde fosforescente.

  • Monacita: contiene torio y tierras raras.

  • Carnotita: mena de uranio y vanadio, de color amarillo intenso.

  • Radio en minerales de uranio: el radio no aparece solo, sino como producto de la descomposición del uranio.


¿De dónde vienen estos minerales?

Los minerales radiactivos se forman en ambientes geológicos específicos, como:

  • Rocas ígneas graníticas y pegmatitas: donde el uranio y el torio pueden concentrarse durante procesos magmáticos.

  • Depósitos sedimentarios: como areniscas uraníferas, donde el agua subterránea transporta y deposita uranio.

  • Zonas volcánicas y antiguas cuencas hidrotermales.

Existen yacimientos importantes en países como Kazajistán, Canadá, Australia y, en menor medida, México, donde ha habido exploración de uranio en estados como Chihuahua, Sonora, Durango y Oaxaca.


¿Por qué brillan algunos minerales radiactivos?

Muchos de estos minerales tienen colores intensos y brillantes: verdes, amarillos, anaranjados. Algunos pueden brillar bajo luz ultravioleta o fluorescer debido a su composición. Esto los hace atractivos para coleccionistas, pero su radioactividad puede representar un riesgo si no se manejan adecuadamente.
Por eso, su estudio y almacenamiento requieren protección especializada.


Usos: mucho más que energía nuclear

Los elementos radiactivos que contienen estos minerales tienen múltiples aplicaciones:

  • Energía nuclear: uranio y torio como combustibles para reactores.

  • Medicina nuclear: isótopos radiactivos para diagnóstico y tratamiento (radioterapia, gammagrafía).

  • Investigación científica: datación de rocas (método uranio-plomo), física de partículas, química avanzada.

  • Industria y exploración espacial: sensores, trazadores, y generación de calor en sondas planetarias (como Voyager o Curiosity).


¿Y la minería? ¿Cómo se regula?

La minería de minerales radiactivos es una actividad altamente especializada y regulada. Se requiere:

  • Monitoreo constante de radiación.

  • Protección ambiental de suelos y aguas.

  • Protocolos estrictos de transporte, almacenamiento y disposición de residuos.

  • Supervisión por autoridades nacionales e internacionales, como la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) en México y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a nivel global.

En México, el uranio es un recurso estratégico del Estado. La Ley de Energía Nuclear establece que su exploración, explotación y uso están reservados al gobierno federal.


Los minerales radiactivos representan uno de los fenómenos más fascinantes de la geología. Portan en su interior energía que ha estado activa durante millones de años, y que puede ser usada para producir electricidad, salvar vidas o entender los secretos del tiempo profundo.

Este 16 de julio, más allá de recordar el poder destructivo del átomo, celebremos el conocimiento geológico que nos permite comprender y aprovechar con responsabilidad esta energía natural que nace del corazón de la Tierra.