02 Sep 2022 El paste es inglés, no mexicano
Seguramente alguna vez has comido o por lo menos escuchado de los famosos pastes de la región del corredor de la montaña en Hidalgo.
Pues bien, has de saber que no es de origen mexicano, sino que es un bocadillo inglés que llegó en 1824 para deleite de los trabajadores de la tierra y de miles de habitantes que lo adoptaron como propio.
Los pastes que degustaban los mineros ingleses traídos a tierras aztecas por la compañía Cornish para la explotación de cinco minas de oro y plata, se preparaban con poro, papa, espárrago y carne roja o salmón, ya que eran los originales del condado de Cornualles, Inglaterra.
Aunque hoy los encuentras de diferentes sabores como queso con zarzamora, pollo, mole entre otros, el original paste minero con sabor azteca está elaborado con harina de trigo, manteca vegetal, agua, sal y el toque mexicano fue crear dos rellenos: papa, chile, perejil, cebolla y carne; y de frijol con chorizo.
Se le adjudicó a los mineros porque era un alimento que se mantenía caliente durante cierto tiempo, por lo que lo podían llevar y comerlo durante el día. En sus guangoches, como eran conocidos sus morrales, guardaban sus pastes de entre 25 a 30 centímetros de largo y entre 14 a 16 de ancho, con un peso de casi 500 gramos, el cual daba fuerza suficiente para que los mineros pudieran hacer su trabajo.
Así que si quieres conocer los verdaderos pastes puedes visitar Mineral del Monte donde se encuentra el Museo del Paste o El Portal, donde el sabor sigue casi intacto, rindiendo tributo a aquellos mineros ingleses del pasado.
Es así que en la “comarca minera”, como llaman los lugareños a la zona, los trabajadores de Cornualles, Inglaterra, considerados en aquel lejano siglo XIX como los mejores mineros del mundo, dejaron un legado culinario que en la actualidad es un emblema para todo un estado, población orgullosa de sus tres raíces: indígena, española e inglesa.
Fuente: www.pulsoslp.com.mx