Gestión del agua en la industria minera mexicana

Gestión del agua en la industria minera mexicana

El agua es un recurso cada vez más escaso. De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), para 2050 el 90% de la población mundial vivirá en países en desarrollo, muchos de los cuales no tienen acceso sostenible al agua potable ni a sistemas de saneamiento adecuados. De alguna forma todos debemos colaborar para dar el uso más eficiente posible al agua y la industria minera mexicana hace su parte.

El 0.9% del agua mexicana es utilizada por la industria minera. De acuerdo a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) el 77% del agua se usa en el sector agrícola, 14% se destina a consumo humano, 5% se usa para el sector energético, el sector industrial consume 4%. La industria minera pertenece a este último grupo. Como ejemplo de la eficiencia energética, una onza de plata requiere 115 litros de agua para su producción, mientras una camiseta de algodón requiere de 2 mil 700 litros.

En 2019 las empresas afiliadas a la CAMIMEX recibieron la concesión de 304 millones de metros cúbicos de agua. El agua que se utiliza en la minería proviene de distintas fuentes. La mayor parte es agua recirculada, proveniente de las presas de jale, esta equivale a 55.69% de la que se utiliza. En segundo lugar aparece el agua de mar desalada, el 17.21% del agua usada en la industria minera tiene este origen. Le sigue el agua subterránea, proveniente de pozos o norias y representa el 12.68%. Posteriormente aparece el agua superficial (de primer uso) y abarca el 8.37%. Le sigue el agua de laboreo con 4.95% y finalmente aparece el agua de reuso proveniente de las aguas residuales municipales.

Las empresas mineras cuentan con sistemas de tratamiento y reuso de agua residual. Esta proviene tanto de los municipios como de las operaciones mineras. Se busca tener el menor número posible de descargas y estas se hacen dentro de los límites establecidos. Para 2019 existían 70 plantas tratadoras propiedad del sector minero, en ellas se trató alrededor de 10 millones de metros cúbicos de aguas residuales, equivalentes a 4 mil albercas olímpicas. El destino del agua tratada fue, principalmente, riego de áreas verdes, procesamiento de minerales, control de generación de polvos y enfriamiento de equipos.

Otras acciones relacionadas con el uso del agua por parte del sector minero incluyen campañas educativas y de aporte de infraestructura para un mejor aprovechamiento del líquido. Entre las últimas está la perforación de pozos, donación de tuberías para llevar agua a las comunidades, habilitación e instalación de tanques de almacenamiento, sistemas de agua potable y rehabilitación del drenaje municipal, sistemas de captación de agua pluvial y plantas desaladoras.

Proteger el agua es una tarea permanente a nivel mundial. Distintas comunidades alrededor del país ya resienten la falta de agua. Si no se da un uso adecuado el líquido no será suficiente para consumo humano ni para actividades productivas. Ante este panorama la industria minera hace su parte consumiendo la menor cantidad de agua que le es posible.

Fuentes

http://www.unesco.org/new/es/natural-sciences/environment/water/wwap/facts-and-figures/all-facts-wwdr3/fact-31-population-increase-water-stress/

https://camimex.org.mx/packages/camimex/images/Inf-Sustentabilidad-2020-Camimex.pdf