Cambio climático y minería

Cambio climático y minería

MC. Elizabeth Araux Sánchez

De acuerdo a estudios realizados por la ONU, el cambio climático que estamos ocasionando a nuestro planeta tiene fecha límite al 2030 para aplicar las medidas indispensables y poder revertir sus efectos adversos. Es por ello que dicho organismo ha intensificado medidas de apoyo a proyectos que tengan que ver con la concientización de este problema, así como a la búsqueda e implementación de las soluciones más concretas y urgentes.

Y el problema es grave, datos de investigadores señalan que 2019 fue el segundo año más caluroso de todos los tiempos y marcó el final de la década más calurosa (2010-2019) que se haya registrado jamás y que los niveles de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero aumentaron hasta niveles récord.

También señalan que, de no cambiar nuestro comportamiento, el problema se recrudecerá, por ejemplo, mediante la reducción de precipitaciones pluviales, las cuales se estima que disminuirán en un 9 % en verano y entre un 10 al 20 % en el invierno para el año 2039.

El cambio climático está afectando a todos los países, alterando las economías nacionales, perturbando de distintas maneras nuestras vidas, pero sobre todo afectando a las comunidades de flora y fauna terrestres y marinas. Los sistemas atmosféricos están cambiando, los niveles del mar están subiendo y los fenómenos meteorológicos son cada vez más extremos. Algunos cambios, como las extinciones de numerosas especies, ya son irreversibles.

En Sonora, se considera que la temperatura se incrementará entre 1.4 a 1.8 °C para ese mismo año, mientras que la degradación de los suelos en el noroeste de México será del 60 al 100%. Dicha situación, aunada a todo lo anterior, provocará fuertes ondas de calor que afectarán los ecosistemas de estas regiones ya de por sí extremosas.

A pesar de que se estima que las emisiones de gases de efecto invernadero pueden reducirse alrededor de un 6 % en 2020 debido a las restricciones de movimiento y las recesiones económicas derivadas de la pandemia de COVID-19, esta mejora será solo temporal. Una vez que la economía mundial comience a recuperarse de la pandemia, se espera que las emisiones vuelvan, incluso a niveles mayores. Por lo tanto, es necesario tomar medidas urgentes para abordar tanto la pandemia como la emergencia climática con el fin de salvar vidas y medios de subsistencia.

Pero independientemente de los datos que nos aportan los investigadores, podemos ver en las noticias a nivel mundial cómo se han intensificado los incendios, las inundaciones y las temperaturas en el año pasado y en el presente. Desafortunadamente, para muchos dirigentes políticos esta información es irrelevante y la sociedad, que en general vive desinformada, señala a la minería como una de las principales causantes del deterioro al medio ambiente. Pero… ¿es esta percepción correcta? ¿hasta dónde la minería es la responsable del cambio climático y de su afectación?

La superficie terrestre que ocupa la extracción de los minerales sea superficial o subterráneamente es muy reducida comparada con la utilizada por la agricultura, la ganadería y la tala de selvas y bosques. Son dichas actividades las que afectan de manera más extensiva la cobertura de suelo y la vegetación.

Pero en sí, toda actividad humana afecta al medio ambiente, las carreteras, la construcción de casas y de grandes urbes, el uso de combustibles fósiles para la generación de electricidad y en los medios de transporte o en la misma industria. Todo esto proviene de la demanda de la población mundial, que en estos momentos es de aproximadamente 6000 millones de personas, y que, según las estimaciones más recientes de la Naciones Unidas, para el año 2025 será de 8500 millones de personas.

Por otra parte, la minería, al menos la de mayor escala, está muy bien regulada para proteger el suelo, crear viveros, reutilizar y reducir el consumo de agua en sus operaciones y campamentos, está reconvirtiendo el uso de diésel por gas en su maquinaria, está incrementando el uso de fuentes de energía limpia como paneles solares, así como investigando la aplicación de hidrógeno verde en sus operaciones. Se ha establecido como obligatoria la remediación o rehabilitación de las unidades mineras al cierre de la explotación, dejando áreas restauradas. En México, la industria minera realiza anualmente campañas de reforestación y lidera acciones de protección al medio ambiente, así como de protección de especies en peligro de extinción. Ninguna otra industria realiza estas acciones. Existen numerosos ejemplos de cómo la minería realiza buenas prácticas con responsabilidad social y del medio ambiente.

Como parte de los compromisos de la Agenda 2030 de la ONU, se realizó en México una convocatoria en el 2019 para contar con propuestas para afrontar los grandes desafíos del país y acelerar la formación de alianzas para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a nivel nacional y finalmente el 23 de noviembre de este año, se ha lanzado públicamente el banco de proyectos de la Red de Desarrollo Sostenible SDSN-México dónde nuestro proyecto Fortaleciendo a la Minería Artesanal (FAMA) forma parte de los 65 proyectos aprobados y es el único relacionado con la Minería.

Podemos resumir que con este proyecto buscamos apoyar a la pequeña minería para realizar actividades sostenibles desde el punto de vista económico, de medio ambiente y de seguridad. El equipo de FAMA está integrado por profesores investigadores de los departamentos de Geología y de Ingeniería Civil y Minas de la Universidad de Sonora. Realizaremos estudios geológicos y de ingeniería minera en la Cantera “Las Minitas” en Hermosillo Sonora. Se espera que con la información obtenida los encargados puedan acceder a apoyos financieros que les permitan comprar equipos y maquinaria que les facilite la explotación, el transporte de los materiales y otorgue mayor seguridad a sus trabajadores. Otro aspecto positivo es la interacción de estudiantes en la zona de la mina para realización de prácticas escolares y actividades de servicio social. De esta forma nuestro proyecto FAMA atiende a 5 ODS que son: 8) Trabajo decente y crecimiento económico; 9) Industria, innovación e infraestructura; 11) Ciudades y comunidades sostenibles; 12) Producción y consumo responsables y 17) Alianza para lograr los Objetivos. Contemplamos que una vez realizado el proyecto este pueda ser replicado en distintos lugares de nuestro estado y que la experiencia pueda extenderse a otros estados con el fin de apoyar a la pequeña minería que actualmente se realiza de manera muy artesanal y marginada de apoyos de cualquier tipo. En estos momentos estamos en la fase de búsqueda de colaboradores, les invito a visitar la plataforma del banco de proyectos y se sumen a esta u otras iniciativas.

Para concluir, considero que es muy importante que, como habitantes de este planeta excepcional, tomemos consciencia de nuestra corresponsabilidad en el deterioro del medio ambiente mediante las acciones que realizamos cotidianamente y adoptar las medidas pertinentes para reducir nuestro impacto en el mismo, con base en el conocimiento y en las experiencias efectivas.