La nueva minería social

La nueva minería social

Hay historias que merecen ser contadas y las que genera día a día la minería, son parte de ellas; ya que es una historia que incluye bienestar, compromiso, alegría, vocación y por supuesto, profesionalismo.

Han transcurrido muchos años desde que la industria minera dejó de ser esa rama peligrosa y en ocasiones oscura, para transformarse en un gremio que privilegia a toda costa la seguridad y la transparencia en sus operaciones, mismas premisas que se reflejan en el bienestar de las comunidades huéspedes. A esta última es a la que orgullosamente pertenezco y defiendo; pero en ocasiones pareciera que solo los que estamos al interior de este gremio, somos los que conocemos esta realidad, mientras que al exterior se siguen preservando y difundiendo los mitos que han llevado a que nuestra actividad no sea apreciada y respetada como lo merece.

Por eso, quiero dedicar este espacio a hablar del compromiso social de la industria minera en muchos rincones de nuestro país.

Una de esas grandes historias es la de las mujeres en minería: donde pasamos de ser un objeto de superstición, a líderes que están en puestos de toma de decisión al interior de nuestras compañías y con gran impacto en los entornos mineros.

Por ejemplo, si hablamos de equidad en minería, en Chile nos llevan una amplia ventaja, al ser un país que promueve la inclusión en todas sus dimensiones. Además de este país del cono sur, en todo el mundo existe la hipótesis de que incorporar a mujeres a nuestro gremio tiene un alto impacto social, dado que, en general, la industria tiene altos estándares laborales. Hablamos en este caso del ingreso, que en promedio es superior a la media nacional, así como también cuenta con condiciones laborales más privilegiadas, como la continua capacitación de alto nivel.

Así es que una mayor inclusión del género femenino no solo aportaría mayor rentabilidad a las empresas, sino que también tendría una repercusión importante en la diversidad, equidad, y sostenibilidad, de igual forma se ganaría terreno en el impacto social al extender los beneficios socioeconómicos de la industria a todos los niveles.

Hoy la minería cambia vidas, no sólo al interior de las compañías, sino en las comunidades donde opera. Brinda una derrama de importantes beneficios económicos. Según el Banco Mundial, esto reviste especial importancia para aquellos países y regiones carentes de otras fuentes de desarrollo y que, en otras circunstancias, no serían atractivos para la inversión.

Sigamos formando parte de este cambio de paradigma, que en algunos años, estoy segura, conducirá a que la sociedad conozca la manera en que se hace una minería más profesional en todos los lugares de nuestro país, cambiando historias colectivas y profesionales. Una minería que transforma vidas.

Lourdes Mc Pherson

Gerente de asuntos corporativos, sustentabilidad y comunicación, Argonaut Gold.