24 Feb 2022 WASP-121 b, el planeta donde llueven joyas líquidas.
En la actualidad existen casi 5 mil exoplanetas confirmados, pero sólo un puñado de ellos ha sido estudiado a profundidad. Uno de ellos es WASP-121 b. Este gigante gaseoso ubicado a 855 años luz de distancia, tiene una peculiaridad que llama mucho la atención y es que sus nubes, formadas por metales vaporizados, hacen que la lluvia que cae en el planeta no sea de agua, sino de rubíes y zafiros.
Características principales
WASP-121 b fue descubierto en 2015 y es un planeta gaseoso que tiene 1.18 veces la masa y 1.81 veces el tamaño de Júpiter. Se encuentra orbitando muy cerca de su estrella, por lo que en tan sólo 1.27 días puede completar una órbita a su alrededor. Por su cercanía con su astro, está bloqueado por su fuerza de gravedad, así que gira a la misma velocidad a la que orbita, lo que genera que en una cara del planeta siempre sea de día y en la otra de noche (algo parecido a lo que sucede con nuestra luna).
Las condiciones en WASP-121 b son extremas, lo cual lo convierte en un exoplaneta inhabitable. Las temperaturas van de los 1,227 ºC en el lado oscuro a los 2,727 ºC en el lado iluminado. Esto lo coloca en la categoría de “Júpiter calientes”, una lista de alrededor 300 gigantes gaseosos que orbital tan cerca de su estrella que su período de traslación es menor a los 10 días terrestres y cuyas temperaturas son tan altas que no son completamente inhóspitos.
¿Cómo es el ciclo del agua en un exoplaneta?
La atmósfera de WASP-121 b ha sido estudiada minuciosamente por medio de sondas y telescopios. Sus condiciones han permitido reconstruir el ciclo del agua por completo por primera vez en un exoplaneta.
Aquí en la Tierra, el agua pasa por tres diferentes estados, pero por la temperatura de WASP-121 b, las moléculas de agua llegan a separarse en hidrógeno y oxígeno. Estos átomos recorren todo el planeta gracias a los fuertes vientos generados por la diferencia de temperatura, y cuando la temperatura es lo suficientemente baja, las moléculas de agua regresan a su estado gaseoso.
Pero el agua no se condensa en nubes. En cambio, la investigación reciente demuestra que las temperaturas del lado nocturno son lo suficientemente bajas como para que se puedan formar nubes a partir de metales detectados previamente en la atmósfera de WASP-121 b. Estos incluyen vanadio, hierro, cromo, calcio, sodio, magnesio y níquel; pero, curiosamente, no hay aluminio ni titanio.
El equipo cree que estos elementos podrían haberse condensado y hundido más profundamente en la atmósfera del planeta. Allí, el aluminio pudiera combinarse con el oxígeno para formar el mineral corindón, una forma cristalina de óxido de aluminio. Aquí en la Tierra, cuando se mezcla con trazas de otros metales, como vanadio, hierro, cromo o titanio, forma rubíes y zafiros.
Esta es la razón por la que los científicos piensan que WASP-121b tiene precipitaciones de gemas preciosas en su estado líquido y también una de las razones por la que es uno de los exoplanetas más estudiados.
Actualmente no existe ninguna intención -ni manera- de acceder a estas joyas, pero conocer cómo es este enigmático mundo, amplía nuestro conocimiento sobre el espacio, los mundos que existen allá afuera y lo maravilloso que es el mundo mineral, incluso fuera de la Tierra.
Checa el video de esta nota aquí: https://youtu.be/EknUWVWZBCQ
Fuente: https://www.sciencealert.com/this-wild-planet-has-metal-clouds-and-rains-liquid-jewels